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martes, 31 de enero de 2012

El empleo y el dinero

Hoy los telediarios nos recuerdan que la tasa de paro de España es de lo peorcito de Europa. Es mayor aún que en Grecia. Queda claro que además de las dos crisis que llevamos todos los europeos a nuestras espaldas (la crisis financiera debida todo el batiburrillo del ladrillo y el crédito y la crisis de deuda pública debida a la mala gestión económica de los gobiernos abanderados del Estado del Bienestar), los españoles en concreto tenemos que superar una tercera crisis. La del empleo. Se habla de la necesidad imperiosa de una reforma laboral que, como siempre, se traduciría en un abaratamiento del despido. Se habla de adoptar fórmulas importadas de otros países, tales como los "miniempleos". Se habla también de la necesidad de que aparezcan los llamados emprendedores (si a usted no le emplea nadie, empléese usted mismo y, de paso, conviértase en empleador. Pero, ¿cuál es realmente la solución? Quizá conviene recordar que el problema del paro en España no es de ahora. En niveles de desempleo siempre hemos estado en cabeza. Es un problema estructural que arrastramos desde siempre. El futuro por tanto es de lo más negro. Además, la mano de obra cualificada está emigrando porque aquí hay poco trabajo y está mal pagado. Lamentablemente, nos guste o no, hay que decir que el empleo depende de los ricos y también de los bancos. Los primeros son los únicos capaces de emplear a trabajadores y los segundos hacen posible que el que no es tan rico pueda obtener recursos (prestados) para emprender la aventura empresarial. Yo me quiero centrar en la banca, como la clave de la recuperación. Hasta que no se reactive el sistema financiero no hay nada que hacer. Los años de bonanza se han basado en el crédito, lo que ocurre es que llegó un momento en que el sistema se pasó de rosca. El sistema financiero sólo depende de una cosa: de la confianza. Si todos nos fiamos de todos, la riqueza aumenta porque fluye el crédito. En el fondo, el dinero lo creamos todos. El sistema financiero es el que nos permite mover más dinero del que realmente existe. Durante el boom inmobiliario todos nos fiábamos de todos. El activo subyacente que había detrás del dinero eran los inmuebles. Cuando todo el mundo da por hecho que un activo va a subir un 15% como mínimo al año, todo va sobre ruedas. Los bancos no tiene problemas en abrir el grifo y prestar dinero a todos si la garantía es ese piso cuyo precio es cada vez mayor. Esto se ha acabado. Ahora toca buscar otra fórmula para que ese dinero, en su mayor parte ficticio, que había en la economía vuelva a aparecer. Aunque no sea dinero de verdad.

domingo, 29 de enero de 2012

El IVA de los chuches

El reto de este gobierno era sacarnos de ésta sin subir los impuestos. De momento no cumplen y ya nos han aplicado una  subida en el IRPF que muchos hemos notado en la nómina de enero. Pero sin embargo se resisten a subirnos el IVA y, por supuesto, el Impuesto sobre Sociedades es intocable por el problemón que tenemos en España con el empleo.

La pregunta del millón es si conseguirán cumplir con el objetivo de déficit sin tocar el IVA (el de los chuches). La verdad es que parece difícil, sobre todo cuando vemos que otros gobiernos europeos es lo primero que hacen. Francia, sin ir más lejos, anuncia hoy una subida del IVA y lo coloca en el 21,20%. Lo cierto es que el IVA francés empieza a recordar un poco al precio de la gasolina, por los decimales.

Resulta raro que no se suba el IVA en España, primero porque tenemos un IVA bajo comparado con otros países europeos y, segundo, porque es un impuesto que grava el consumo por lo que en cierto modo su pago puede ser voluntario (si no consumo, no pago) a diferencia del IRPF.

En el caso de Francia, el detalle de los decimales asusta. Da la sensación de que hasta que no se acabe esta crisis, el IVA puede ser el instrumento de ajuste utilizado por los gobiernos para equilibrar sus presupuestos. No sería de extrañar que dentro de poco el IVA sea un impuesto variable que cambiando el tipo cada dos por tres y usando los decimales para que nos demos menos cuenta del afán recaudatorio de nuestros gobernantes.

Llegados a este punto, los contribuyentes ya no hablamos tan bien de eso que llaman Estado del Bienestar. Nos cuesta dinero y es una sensación más acusada que antes. Por lo pronto, si preguntamos por la calle a la gente, ya hay casi unanimidad en que hay que quitar prácticamente todas las subvenciones, empezando por las de los partidos políticos y sindicatos. Y, si seguimos soportando esta presión fiscal en alza, llegará el momento en que empezarán a cuestionarse servicios públicos tan elementales como la sanidad o la educación. Esperemos que no lleguemos a esos extremos .




martes, 17 de enero de 2012

Que no se vayan de rositas...

Entre la batería de medidas que está tomando el gobierno para salir de la crisis y que lo que nos ha pasado no vuelva a ocurrir, hoy se comenta la posibilidad de que el gobierno pueda "intervenir" a las Comunidades Autónomas que no cumplan con el déficit. Se habla de duras sanciones a las Comunidades que superen su techo de gasto.

Y ahora me pregunto yo ¿para qué vale todo esto? Sobre el papel está muy bien pero tengo el convencimiento de que hasta que no se penalice directamente a las PERSONAS responsables de la mala gestión, no vamos a conseguir nada. Usted puede sancionar a la entidad pública pero el tipejo que la llevó a la ruina luego se va de rositas.

Aunque esta crisis nos está enseñando muchas cosas y la concienciación de la gente es cada vez mayor, seguimos siendo un país de ilusos en el que mucha gente se cree que lo público sale de la nada. Incluso, no lo dudo, habrá quien se crea que los servicios públicos en general, las ayudas, las subvenciones, etc. salen del bolsillo del presidente del gobierno. En definitiva, no todos somos conscientes de que el gasto público lo pagamos todos. Y, lo peor de todo, son los propios gobernantes los que han venido comportándose en base a esta ignorancia.

Por ello, el día que se sancione ya sea económicamente o incluso por la vía penal a la persona física que despilfarre el dinero de todos, podremos hablar de una medida efectiva contra el déficit.

En cualquier caso, no deja de ser loable que este gobierno en un mes haya tomado más medidas (nos gusten o no, que ahí no quiero entrar) para salir de esta situación que el anterior gobierno en 3 años y medio. Veremos cómo sale la cosa.

martes, 3 de enero de 2012

Empezamos MAL

Subir los impuestos es el recurso típico de la izquierda. Es ir a lo fácil. Lo que necesitamos son buenos gestores.

Si sumamos lo que nos quitan en la nómina de IRPF y Seguridad Social, lo que pagamos de IVA cuando compramos cualquier cosa, los impuestos que pagamos todos los años por tener casa o coche, etc, nos damos cuenta de que más de la mitad de lo que ganamos es para el Estado. Y luego van y nos dicen que hay déficit, es decir, que han gastado más de lo que han recaudado. Yo no tengo duda de que esto es debido a una mala gestión.

De un buen gobernante hay que esperar que nos dé más (servicios sociales) por menos (impuestos). Y hay que esperar, muy importante, que nos transmita la sensación de que el dinero que nos quitan revierte en nosotros y no en terceras personas. Para empezar esto sólo es posible si se ELIMINAN gastos innecesarios. En muchas ocasiones nos dicen que eso no es la solución porque esos gastos son "el chocolate del loro" pero deberían tener en cuenta que hay muchos loros y cada vez menos chocolate y que tacita a tacita podemos llenar un tanque.

Por otro lado, en este país tan peculiar está la lacra de las Comunidades Autónomas, fuente inagotable de despilfarro. Y nadie se atreve a meter mano en ese asunto tan escabroso. Este sería un buen momento para desmantelar la farsa de las autonomías aprovechando que tenemos un gobierno elegido democráticamente con una amplia mayoría. Pero nada.

Veremos cómo va evolucionando la cosa pero en mi opinión empezamos mal.